sábado, 28 de marzo de 2015

DE CHARLA POR LAS ALTURAS



Se levanta uno tranquilo, con días por delante para ponerse en paz. Ocho horas de sueño. Silencio de sábado en el vecindario. Y lo que promete ser un día relajado, desayuno y ducha mediante, se convierte en marejadilla tirando a marejada, sin que nadie interfiera. Misterios.
Serán los efectos del eclipse.

No hay comentarios: