domingo, 23 de agosto de 2009

LA VUELTA AL COLE...

Si algo me indica la inminencia del regreso al trabajo no es el anuncio de "La vuelta al cole en el Corte Inglés". Por encima de la bajada de temperatura, de días más cortos y otras menudencias, hay algo que cada año se repite y me martillea el cerebro aún embotado por la canícula: las colecciones interminables de los kioskos. El pistoletazo de salida lo marca este año la del Titanic, una recreación a escala del barco insumergible que por mor de un iceberg estacionado en doble fila se convirtió en una suerte de submarino. Hubo una época en que me proponía acompañarme de alguna de esas inversiones, en tiempo y dinero, a lo largo del curso, e incluso de varias y varios (colecciones y cursos). Así completé la de "Obras de la literatura universal", con 100 tomos y otros tantos fascículos, de los que he leído media docena de aquellos y hojeado (u ojeado) algunas páginas de los cinco tomos encuadernados en polipiel que adornan las más nobles estanterías de mi mobiliario. Agotado por la constancia, ir y venir al kiosko a razón de 995 pesetas el viaje, me decidí a probar con el resto de la oferta disponible, que era mucha y variada: Historia del rock and roll, de la ópera, dedales del mundo, construye tu propio Ferrari (que resultó estar a escala, no sé cómo no me di cuenta antes de vender mi Fiat), la pintura es fácil (quizá fuese el gotelé, porque por más que inspeccioné los vídeos, sólo fui capaz de hacer una acuarela paso a paso), premios planeta (pequeño parece ser el mundo a la vista de la poca calidad de las obras galardonadas), dibuja tus comics, cocina creativa (¿una tortilla es creativa por ser francesa?), y un sinfín de idioteces más. Llena la casa de entregas uno y dos, conseguí recrear un ferrari-titanic-con dedales-pintado a mano, y comerme una ensalada creativa mientras leía a Quevedo. En el summum del aprovechamiento, encuaderné churras con merinas, en un par de tomos que titulé pomposamente con estampaciones en oro "Poutpurrí de lo que me sale de los fascículos", en el que Alfredo Kraus alterna con Janis Joplin entre plantas ornamentales. Y ahí están cogiendo polvo.