Algunas películas, no siempre buenas, tienen secuela. La presentación del cedé tuvo nuestra particular continuación. Cualquier excusa es bien recibida para reunirse alrededor de una mesa, charlar (o incluso gritar exaltadamente), tal era el estado de euforia. No se trataba de celebrar ventas millonarias ni beneficios idem, sino la culminación de un trabajo que nos ilusionaba y creaba ilusión alrededor.
Trabajar rodeado de amigos, qué gusto. Gracias a todos.