viernes, 9 de noviembre de 2012

CERCA - LEJOS

 En Sesame Street, aquella serie americana adaptada al gusto y público español como Barrio Sésamo, nos recordaban la diferencia entre "cerca" y "lejos". Igual que tenemos presente la comida de una fecha antigua y hemos olvidado el menú de ayer mismo, es frecuente que la memoria nos dirija, por razones que ni los neurólogos se explican, aunque se empeñen en demostrarnos que lo tienen clarísimo, a puntos casi perdidos en el limbo. Por suerte, mi cerebro viene a ser como una madeja hipertrófica (me pregunto si por el uso o para llamar la atención sobre la falta del mismo) por la que asoman multitud de cabos no tan sueltos, a los que siempre encuentro conexión. Tal es el caso de las "entradas" anteriores (por más que me empeño, no hallo vocablo más adecuado para definir cada uno de los textos que se dejan en un blog, e incluso me cuesta aceptar "blog" existiendo "cuaderno de bitácora", sea en aras de la poca brevedad que me adorna). Aludía en ellas a una actriz (que aún no me ha aceptado en facebook, si bien diré en su descargo que viaja mucho y parece darle a esa red social la importancia relativa que merece) a la que conocí hace veinticinco años. Salir en la tele, en anuncios o películas concede un plus de atractivo a personas que pasarían poco menos que desapercibidas si nos las cruzáramos por la calle. Antes de la aparición de las revistas desmitificadoras como Cuore, algunos intuíamos que las actrices perdían mucho encanto físico sin maquillar. Discutí hasta el aburrimiento con un amigo sobre la poca relevancia estética de Sandra Bullock o el dudoso atractivo de la bocaza de Julia Roberts, sin entrar en las mínimas aptitudes para la escena de muchas de ellas. Llegados a este punto, demostrada queda la teoría de "los cabos no tan sueltos". Ahora vayamos por los agarrados. 
Una amiga, no actriz, bella sin maquillar, me ha dejado un mensaje o comentario. Y eso me ha recordado que hay personas, mujeres que no actúan, y que por ello merecen mayor reconocimiento. Por sus virtudes no públicas. Por enfrentarse a la vida sin disfraz y sin atrezzo. Lo merecen de sobra, mucho más que aquella actriz lejana.  Por ellas, por ella, que está cerca, va este texto-entrada.