domingo, 31 de mayo de 2015

LOS DÍAS DESPUÉS

Supongo que todos andaríais demasiado atareados como para perder un rato en explicarme el efecto de un voto en blanco, aunque puede que muchos estuvierais igual de perdidos o indecisos que yo.  Al final terminé por votar después de un rato encerrado en la cabina, mirando papeletas, candidatos, (algunos en formaciones distintas a las de anteriores elecciones, quizá buscando perderse, despistar o provocar el voto útil, otros bajo siglas confusas). 
Por encima del resultado, resulta curiosa la interpretación de cada quién:
-Gobernarán los perdedores en alianza para derrocar a los ganadores.
-La democracia no es democrática (sic).
-¡Vaya h...!
-Si gana Ud, me voy del país (aún esperamos que cumpla su palabra).
-Seré alcalde hasta el día 15, digan lo que digan (desobediencia tras desobediencia).
-Me aliaré con quien haga falta para seguir siendo alcalde - alcaldesa (interpretación libre).
En fin, que nadie se siente perdedor. Peor para ellos... y para nosotros.