De un tiempo a esta parte empecé a oír la palabra "procrastinar", que se ha hecho frecuente. Imagino que alguien la rescató del cajón no hace mucho, como le pasa a "implementar", que se ha apoderado del lenguaje tecnócrata y progre. Al menos es mejor repescar en el diccionario que inventar palabros.
Vaguear era el término que solía escuchar de pequeño cuando me daba por tumbarme en el sillón dejando los deberes para más tarde. Los meses de verano eran idóneos para semejante actividad inactiva y lo siguen siendo. Lo malo, en mi caso, es que no acabo de concentrarme en no hacer nada y me llama la atención el vuelo de una mosca, que en vacaciones se ponen pesadísimas.
Pues bien. Andaba yo, sin andar, procrastinando, aunque quizá no sea el término exacto porque no tenía asuntos pendientes ni de mínima urgencia, echado en el sofá con la tele puesta. Emitían los campeonatos de atletismo desde Getafe, aunque a la hora que los pasaron por TV los atetas ya llevarían horas en la cama. La transmisión se retrasó porque el voley playa, el balonmano playa y algún deporte autóctono tenían preferencia. Aguanté hasta las once y media y, pese a que ya conocía los resultados de algunas pruebas, mi paciencia tuvo premio, no por la emoción, que me había cargado consultando en la web de la federación de atletismo, sino por las perlas del locutor. Paso a relatarlas sin quitar ni poner una burrada, que no las necesito en esta ocasión para adornar el cuento.
—"Corre como si andara". También podría haber andado como si corruviera o correriese, —que son palabras sinagogas—.
—"El segundo mejor del ranking mundial del mundo". Yo una vez batí el record mundial de mi casa corriendo solo por el pasillo, pero no me lo homologaron.
—"La atleta Menganita de Tal, todavía mujer con edad de 17 años". No explicó si pensaba reasignar su sexo cuando alcanzara la mayoría de edad.
—"El atleta Fulano de Cual, natural de Busgo de Orma". Le faltó añadir que de la provincia de Rosia.
—"Ha irrumpido como un pulpo en una cacharrería". Me imagino el destrozo a la velocidad de un pulpo, mes y medio rompiendo cacharros. También me entraron ganas de cenar elefante a la gallega, que siempre guardo una pata en el congelador.
—"Corriendo como una insolación". Quizá se refiriese a lo que corre un insolado hacia la casa de socorro.
—"Ella es mister sonrisa". Supongo que esta ya habría reasignado su sexo.
La semana próxima comienzan los europeos de atletismo. Imagino que habrá más perlas por pescar. Ahí estaré, atento en mi procrastinación, si es que el locutor no ha implementado en estos días su dominio del lenguaje.