domingo, 17 de abril de 2022

DOMINGO DE RESURRECCIÓN Y POCAS COSAS MÁS

 Bien claro me queda que me lee poca gente. Juego con la ventaja de saber que a pocos les importa lo que escribo aquí, que poco daño puedo hacer o poca doctrina de andar por casa puedo impartir (justo lo contrario de lo que suele ser un blog de opinión).

 Esta mañana, en la misa grande, al sacerdote se le ocurrió saltarse el guion habitual de explicar las Sagradas Escrituras, para cuya lectura ha tenido que solicitar voluntarios porque le faltaba plantilla. Le salió la vena filológica, y explicó a quien estuviera atento (creo que solo lo he estado en ese momento y cuando ha dicho el nombre del Arzobispo, que otras veces, aunque lo conozco, había pasado por alto de forma consciente o inconsciente, lo que me pega más) el origen de la palabra domingo, día del sol para unos, del Señor para otros, en griego, latín, inglés...

 Vaya, que ya era hora de que un cura contase algo interesante. A mí, que cantaba bodas en un corito, me hacían gracia los consejos sobre el matrimonio que daban los célibes por mandato eclesiástico, igual que los de banqueros o algunos políticos sobre economía (ajena, claro). Para llevar tantas misas, soy un poco descreído.