martes, 30 de noviembre de 2010

LA SOLIDARIDAD BIEN ENTENDIDA

Acabo de recibir un mensaje de los de "corta, pega y elimina el nombre del remitente", que me invita a apagar el móvil los días uno y dos de diciembre, mañana y pasado, para fastidiar a las compañías y abaratar costes. Ya se sabe, lo de "Juntos podemos", en versión "Muerte al opresor", pero light. Estas iniciativas me parecen, en principio, correctas. Pero si se producen, son flor de un día o a lo sumo de dos. Supongo que muchos de quienes la suscriban, apoyen y pongan en práctica, estarán tan deseosos de encender el móvil a las 00.00 horas del viernes como el fumador que está pasando una gripe haría con su primer cigarrillo "post-tosem". Lo que en mi opinión (claro está que aquí siempre expreso mi opinión, faltaría más) sería útil no es otra cosa que desintoxicarnos de esa innecesaria necesidad de usar el teléfono a todas horas.
Yo facturo como 6 euros al mes, con mi tarifa "soy pobre y no me importa reconocerlo", así que no les voy a fastidiar si dejo de usar el móvil el miércoles y jueves, porque ya lo hago a diario usándolo racionalmente, en lugar de mandar sms chorras, hacer fotos chorras con una cámara de muchos megapíxeles y un objetivo de plástico, y el consiguiente mms chorras, bajándome canciones que nunca uso o juegos patrocinados por la Clínica Barraquer y entrando a ver el correo que luego puedo ver en casa con la tarifa del fijo que ya tengo pagada, y por supuesto en tamaño grande, sin dejarme los ojos en la minipantalla del "ipholle", "blackperry" o la marca del peine. Tampoco llamo para decir: "cariño, estoy en el ascensor, pero no tengo mucha cobertura, ve sirviendo el agua, que traigo sed". O sea, que el mensaje en cadena debería ser para concienciarnos de que usamos el móvil sin necesidad y más ganaríamos leyendo un libro en casa sin encender la tele, escribiendo cartas en papel perfumado, cuidando la ortografía en lugar de poner bss&abrzs o XXXOOO, y dando ejemplo a nuestros hijos de lo que es consumo razonable, sostenible o como demonios se llame a gastar lo necesario y darse un caprichito de vez en cuando.