martes, 19 de febrero de 2013

CARNAVAL 2013

No recuerdo haberme disfrazado en los últimos treinta años más de cuatro veces: dos por carnaval, una en nochevieja y otra en una fiesta sin fecha concreta para el travestismo. Así como hay quien se siente especial haciendo el papel de otro, no comparto esa sensación e incluso me da algo de vergüenza. Tal fue hace dos viernes, en un baile. Rodeado de japoneses, payasos, cabareteras, Zipi y Zape, mafiosos, hippies, vampiresas, mosqueteros, jockeys, piratas, punkies, y un trío de músicos que eran pollo, piloto y arzobispo, sin olvidar a dos bellísimas "tuaregas", los hermanos Marx hicimos un papel bastante estelar, aunque destacó Groucho que, literalmente sin despeinarse, tomó ventaja de su capacidad verbal sobre Harpo, por más que me saltara años de silencio y una timidez de la que me cuesta convencer a quienes me conocen.
Todo esto sucedió en el "concierto de la estufa" del ocho de febrero, con "Fetén-fetén bailable" pero no lo había contado porque he estado muy ocupado haciendo nada, o simplemente recordando una noche muy divertida en la magnífica compañía de mis amigos, los de Portillo (o Arrabal, que no se enfade nadie) y los que se acercaron a las viejas escuelas del pueblo.