sábado, 23 de mayo de 2009

PEDICULOSIS A

Tanto hablar de gripe, (bella palabra "influenza" y de ahí "flu", estos anglos siempre tan escuetos de verbo) y nos olvidamos de la plaga atemporal, que no conoce límites generacionales, bipartidismo ni vacunas erradicantes: el jodío piojo, ese que como "Verano Azul", vuelve a casa, vuelve, por... veranidad.
Acaeció que mi hija, rasca que rasca, papá, cómo pica, tuvo a bien adoptar una familia entera, varias generaciones de a día tras día, con sus liendres y todo.
-Qué desgracia, -exclama la madre que la parió, dada ella al acabóse-, con la que está cayendo y en plena crisis. Si al menos desgravara...
-Filvit champú, filvit, mamá... porque más vale fivit que tenerse que rascar (huelga de creativos publicitarios en aquella época, intuyo).
Tres horas más tarde, la plaga capilar está erradicada hasta nueva orden o real decreto ministerial.
Si hasta les estaba cogiendo cariño, con sus patitas, llenitos de sangre hasta el tuétano, y esos ojitos que están diciendo: ráscate.

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