Éramos cuarenta y cinco alumnos en mi aula de octavo de EGB, y otros tantos en cada una de las cinco clases del curso. Como cada uno tenía sus preferencias deportivas, se sucedían los líos para decidir quiénes ocupaban los campos durante el recreo. Las canastas, las porterías de fútbol y las de balonmano compartían espacio, así que los partidos se convertían en batallas campales, con balones y jugadores de los tres deportes mayoritarios enfrascados en imponer su ley. Tras varios desacuerdos no resueltos ni a golpes (los del baloncesto y los del balonmano se unían contra los futboleros para igualar las fuerzas), los capitanes fueron a contarle el problema al tutor. Este decidió que todos votásemos. Tampoco hubo quórum, pues cada quién barría para su casa, que a veces era su clase y otras su deporte. La siguiente propuesta consistió en escoger a un delegado de cada deporte. Dos votaciones fallidas y vuelta al conflicto. El tutor volvió con otra proposición:
-Elegid a un delegado de deportes.
-¿De todos a la vez? –preguntó uno de mis compañeros, el empollón de la clase.
-Claro. Hablamos de eso: sed deportistas y deportivos.
Como tampoco nos pusimos de acuerdo en quién nos representara, el mismo empollón sugirió:
-Si estos no sirven, pongamos a otros.
Los capitanes se resistían pero al final, quizá pensando en que nadie sería capaz de hacer su papel mejor que ellos, a regañadientes abrieron la puerta a otros candidatos, menos líderes pero más dialogantes. Estos últimos resultaron más simpáticos y ganó el del baloncesto, que era el segundo deporte más practicado, con el apoyo de los balonmanistas. Entre ellos, nuestros nuevos representantes, se pusieron de acuerdo para repartir el uso de los campos en función del número de usuarios. Por supuesto que siguió habiendo problemas, éramos unos críos y nos dominaba el impulso, pero al menos podíamos jugar. Esto sucedió hace muchos años (ya soy cincuentón) y no sé muy bien por qué me ha venido a la memoria, pero incluso sirvió para que algunos cambiásemos de deporte… y acabamos practicándolos todos, hasta mezclando jugadores de las distintas clases. Igual que al principio... pero distinto.
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