martes, 22 de julio de 2014

proyectARTE

Cuando uno no puede dejar de pensar en sí, de lamerse las heridas, se impone un cambio de rumbo, un golpe de timón. Cerré por vacaciones este blog hace unos días, para respirar y ya lo he hecho, a borbotones, a bocanadas, a pequeños sorbos. El agua se escapa por pequeñas rendijas, sólo es cuestión de tiempo que la piscina se vacíe.
Hoy toca sacar la cabeza. Y no por mí (o no sólo).
Voy a pintar de nuevo, con un objetivo diferente y asumiendo el riesgo, mínimo por otro lado.
A partir de hoy, voy a comenzar un cuadro. 130 x 97 cm. Hace años me dio por pintar, exponer(me) y mi relativa dedicación fue largamente recompensada.
Mi trabajo tendrá un precio mínimo de salida, para cubrir gastos: lienzo, pintura acrílica y agua. Pinceles, trapos, jabón. Yo pago mis cafés, mi chupito, la música de fondo. Lo demás será una puja al uso: el que más chifle, capador. A partir de 100 euros. Regalo mi mano de obra.
Cada día que trabaje, que no será a diario, iré dejando el informe: la música que pongo, lo que bebo, incluso lo que me pasa por la cabeza. Y por supuesto, el estado del cuadro, con una foto. Así no comprarás a ciegas. Puedes pujar, desdecirte, bajar el precio. Echarte atrás el último día. Yo seguiré pintando. Lo peor que puede pasar es que me quede con mi cuadro, (tengo algunos más en casa). Tampoco es tan malo conservar el producto del esfuerzo propio (muchas veces, lo sabemos todos, se lo queda otro).
Cuando termine, en función de quién sea el "afortunado", acabaremos el trato: tú ingresas la mitad de lo acordado (soy un hombre de palabra) en una ONG, asociación benéfica, salvas una ballena, un tigre, aunque prefiero salvar personas indefensas; luego me envías escaneado el documento que acredite haber satisfecho la mitad del importe, y después quedamos para finiquitar el asunto: te entrego tu cuadro y tú la otra mitad a mí. Yo pago el vino.
Ese es el trato.
fb y mi blog serán testigos.
pd.- las ofertas, en mensaje privado, por no dar pistas al enemigo.


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