La cosa ha empezado esta tarde, celebrando el cumple de una amiga y el restablecimiento de su novio tras una operación peliaguda. El novio debe de tener algo especial, porque dos de sus exnovias con sus novios actuales estaban tomando café junto a la homenajeada y el restablecido. Esas asociaciones sólo suceden cuando todos son unos depravados sexuales o cuando son gente extraordinaria. Como desconozco lo que haya sucedido al marcharme, apuesto por lo excelso de mis amigos.
Entre muchos otros asuntos, hemos tratado de la cuaresma y su previo martes de carnaval, con la propuesta en firme de disfrazarnos de los hermanos Marx. Al llegar a casa me he estado documentando para diseñar el traje, porque el reto es complicado: quieren que haga de Harpo, el mudo. Ya es mala leche mantenerme callado durante una noche de fiesta. Pero he aceptado el órdago, y entre wikipedias y otras páginas más fiables, acabo de descubrir que el bueno de Adolph Marx, al que luego apodaron Arthur, se codeaba con las mentes preclaras de la sociedad estadounidense. Más aún, que se hizo una película, "La señora Parker y el círculo vicioso", sobre la escritora Dorothy Parker, (de la que acabo de comprar un libro de relatos más que recomendable), en cuyo reparto aparece Harpo ( Jean-Michel Henry).
Por lo visto, entre 1919 y 1929, se reunían en el hotel Algonquin de Manhattan algunas celebridades, y al director Alan Rudolph se le ocurrió la idea de hacer una película sobre aquellos congresos de artistas.
Lo que quería decir es que tirando de la manta se descubren cosas. Culturilla, pero interesante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario