Una vez, hace años, me inventé como pintor. Quiero decir que no había pensado jamás en dedicarme a ello, pero paulatinamente se fue instalando en mí la idea y luego la necesidad de ponerla en práctica. La experiencia fue placentera, por cuanto me sorprendí con una determinación y entusiasmo desconocidos y disfruté no solo de la tarea creativa, que en sí es atractiva, sino también de la sensación ególatra de creerme artista durante unos años. Aunque llevo mucho tiempo dedicado a la música, casi siempre lo había hecho en grupos, con lo cual sólo eres una pequeña parte, que depende de lo muy o poco solista que seas. Pero cuando pintas, tus cuadros son tuyos y tu éxito (si lo hay) no lo compartes con nadie. Aquel reto íntimo supuso mucho más que la venta de algunas obras a mis amigos, sino saber un poco del mundo del arte y el mercadeo. Conocer a unas pocas personas en un momento determinado puede significar el éxito o el fracaso, que se te abran las puertas del paraíso o la trampilla del infierno ceda bajo tus pies. Yo, ni lo uno ni lo otro. Hubo quien me prestó su sala o me presentó a quien podía prestarme otra, y conocí el juego de amigos y conocidos y favores prestados con mayor o menos interés. En definitiva, pude codearme con pintores muy buenos y con algunos peores que yo, que también los hay. Lo que más ilusión me hacía era preparar las inauguraciones, porque acudían mis amigos y nos tomábamos unos vinos con patatas fritas de bolsa, y me decían que les explicase mis cuadros, o que les reservase uno, o que menudo morro tengo. Pero me encantaba reunirme con todos ellos y con mi familia, porque a ciertas edades sólo coincides en funerales con la gente que quieres.
Pasada mi fiebre pictórica, ando peleado conmigo porque no acabo de sacar a flote la vertiente de escritor, salvo en este cuaderno o en muchos textos que hibernan en el disco duro de mi ordenador.
Mientras tanto, sigo reinventándome como persona. Quizá eso suceda antes de publicar un libro.
2 comentarios:
ardua tarea, pues...
No conocia esa faceta tuya...algun dia me lo tendrás que explicar.
Entiendo como te sientes...yo tampoco acabo de sacar adelante mi faceta de escritora más allá de mis blogs de basket por los que afortunadamente me conoce bastante gente. Pero aunque me gusta mi papel dentro del basket femenino tengo esa espinita...
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