domingo, 29 de noviembre de 2020

MARADONA Y OTROS GENIOS (ME HUELE A MISCELÁNEA).

 Falleció "el pibe", un futbolista extraordinario. A diario mueren personas extraordinarias que no sabían darle patadas a un balón ni componer sinfonías ni escribir libros. Algunos eran simplemente magníficas personas. 

 Al bueno de Maradona, como a tantos otros, ahora, mientras cruza la laguna Estigia, le acompañará un pitido en los oídos porque su vida civil no fue ejemplar. Supongo que es el pago necesario hasta que la gente lo recuerde como un gran futbolista, al igual que a Chaikovsky, Beethoven o Mozart se les recuerda como músicos y no por sus debilidades (o lo que nos parecen debilidades en nuestro siglo); a Nabokov, Fitgerald y Bukowski como escritores; a Picasso, Schiele... y a tantos otros personajes que han pasado a la historia por sus méritos casi incuestionables (hay que dejar margen para la duda). 

 Alguien decía (o leí que decía, vete a saber si es cierto todo lo que se publica en este mundo de publicaciones gratis —sin filtro, como los cigarillos de antaño—) que no se puede ser un buen profesional si no se es buena persona. Permítanme que no esté de acuerdo. Otra cosa es por qué se le recuerde más. Por lo visto, hasta Jesús de Nazaret estará purgando un rato de cabreo con los mercaderes del templo.